miércoles, 2 de abril de 2008
REGIONAL - OTRA VEZ ESAS COLOTAS...
Una vez más los habitantes de Popayán vuelven a vivir el perturbador delirio que produce ver las inmensas colas en cualquier calle del sector histórico de la ciudad.Y es que estas tremendas colas lo único que logran es enloquecernos y llevarnos hasta el estrés total. Son colas tan largas y tan enormes que nos demuestran que Popayán todavía se encuentra en ese obstinado atraso llamado tramitología donde sus gobernantes no quieren entender que las comunidades merecen todo el respeto cuando al tramitar sus documentos se trata.Para no ir tan lejos, el solo hecho de renovar la cédula es toda una odisea y quien logra una ficha para este fin, por lo menos tuvo que levantarse a la una de la madrugada, aguantar todo el frió de la noche y discutir con uno que otro negociante de puestos que. cínicamente se apodera de la fila y dispone su venta a quienes llegan de último y no respetan la madrugada de los demás.Por el lado de la registraduria los trámites para la tarjeta de identidad de los menores de edad es igual o peor que en la anterior cola pues aquí se maneja una ficha tan lenta que termina sofocando a los ciudadanos que requieren de estos documentos.Igual sucede en las entidades bancarias donde la gerencia poco a nada le importa de la buena atención para sus clientes y los expone a unas largisimas y estresantes filas que le hacen perder mañana o tarde a los usuarios de estos bancos que lo único que les interesa es llenar sus arcas con la plata depositada y convertida en futuros prestamos o transacción comercial de toda índole.En la salud ni se diga que ha mejorado la atención pues las colas en E.P.S y HospitalesSigue siendo la misma actitud inhumana de diez o más meses atrás, donde los pobres pacientes tienen que soportar el hambre, frió ,calor y las inclemencias del clima, la desatención de los funcionarios, mas uno que otro insulto de cualquier parroquiano enfadado por que la cola no se mueve. Así las cosas Popayán seguirán por mucho tiempo admirando las descomunales colas, pero en estos casos sin la alegría y la satisfacción que representa tocarlas y mimarlas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario